Consejos y advertencias para ir al gimnasio

Dejar de fumar, aprender inglés, apuntarse al gimnasio… muchos son los proyectos que te planteas llevar a cabo con la inauguración del nuevo año. Como no fumo, y el tema de los idiomas lo tengo algo abandonado, voy a contar mi experiencia en el gimnasio. No puedo decir que sea mala. Tampoco que haya sido buena. Ha sido complicada y, sobre todo, irregular.

Dos veces he estado apuntado. La primera de ellas fue en 2002 y estuve un mes. Sí, sólo un mes. Fue en un gimnasio del barrio de Aluche llamado Kushiro. El mejor ejercicio que hice fue el pagar sólo 30 días. Según entré, el monitor me preguntó si mis padres "habían querido tener una niña" en cuanto me vieron levantar mis primeras pesas. De acuerdo que no me caracterizo por tener la fuerza de un luchador grecorromano, pero no sé, lejos de motivarme consiguió que los otros 29 días sólo corriera en la cinta e hiciera bicicleta.

Ocho años tardé en superar el trance. Junto con mi amigo Diego nos apuntamos a una promoción de
Paidesport Parquesur en Leganés. Seis meses al precio de cuatro. El plan no tenía ningún tipo de fisuras. No, no las tenía. Un monitor nos pondría un plan personalizado de acuerdo a las características personales de cada uno. Después de una exigente tabla de ejercicios, continuaríamos con unos largos en la piscina, para relajarnos en el jacuzzi antes de rematar y soltar lastre en la sauna o baño turco. ¿Quién podría resistirse?

Esta vez tenía claro que mi primer día sería diferente. Había que dar otra imagen y qué mejor forma de hacerlo que entrar con un renovado vestuario.
Chándal de marca, pantalón corto, camiseta a juego, chanclas a estrenar, toallita para el sudor, toalla para la piscina y toallón para la ducha. Sólo había un problema: olíamos a nuevos, a novatos.

Salimos con paso firme a la sala de máquinas. Decenas de personas sudorosas chocaban frontalmente con nuestro
cuidado look. No hubiera hecho falta que nos presentáramos a nuestro monitor, era evidente que era nuestro primer día. Mirada de arriba abajo, suspiro y entrega de hoja con el plan físico. En esta ocasión no me iba a arrugar, iba a cumplir a rajatabla las duras exigencias del guión.

Para desentumecer músculos y empezar a sudar, un poco de bici o cinta estática. Para hacer más amenos los 10 ó 15 minutos que estábamos, había unos televisores. Lo normal sería que tuvieran
canales deportivos, o incluso videos musicales. Pero nosotros teníamos en todos los monitores de 32 pulgadas a El Diario de Patricia. Y es que también hay tiempo para el amor en el gimnasio: entre pedaladas y zancadas hemos visto unas cuantas reconciliaciones de parejas en el programa. También alguna separación, pero al final, siempre te quedas con lo bueno.

Después nos esperaban los terribles
aparatos de musculación. Yo no sé quién los inventa, pero hay algunos más agradecidos que otros. En algunos te sientes un completo inútil, pero en otros te disfrazas de Sansón. Pero lo peor de todo son los espejos con los que decoran las paredes. Si ya te sientes mal por dentro, no es necesario que te veas lo mal que te sientes por fuera. La cara de sufrimiento que teníamos se unía a los gritos de nuestros músculos pidiendo clemencia ante la dosis de agujetas que se les venía encima.

No quería volver a tocar el tema de las pesas, pero me veo en la obligación de contar una anécdota que refleja nuestro estado físico. Mientras que la gente ponía varias pesas en la barra para realizar los ejercicios, nosotros sólo poníamos la barra, sin pesas. Verse en el espejo levantando una barra que parece el palo de una escoba es gracioso para los demás, pero
retorcidamente humillante para el protagonista.

Menos mal que luego viene la piscina.
Lo peor de todo es el gorro. ¿Habrá alguien al que le siente bien? Lo bueno es que no hay espejos que te lo recuerden, pero la sensación de que estás muy feo no hay quien te la quite. Por lo demás, tengo que felicitar al que elegía la temperatura de la obligatoria ducha que hay que darse antes de darse el chapuzón. Seguir en su puesto de trabajo a pesar de los cinco grados a los que calibraba el agua del chorro sólo está al alcance de los mejores.

Después de unos larguitos, al jacuzzi. El problema era el reducido espacio del mismo, lo que ocasionaba que algunos días hubiese
overbooking y choque incontrolados de pies en las profundidades del agua. Pero la sensación de relax era tan elevada, que muchos días decidimos pasar directamente de los vestuarios a las burbujas del jacuzzi, sin aparatos de musculación, sin tablas de ejercicios, sin El diario de Patricia…

Y como colofón, una saunita o baño turco. Sólo un problema,
hacía mucho calor

PD- La gente en los gimnasios es muy cachas, usan camisetas muy ajustadas, llevan tatuajes muy chungos, pero todo es fachada. A la hora de la verdad, desnudos en los vestuarios, descubres que una gran mayoría se ha olvidado de entrenar la parte más importante del cuerpo… el cerebro.

7 comentarios:

  1. Vamos... generalizar es malo....

    Ademas no vas al gym para practicar tus matematicas... sino tu autoestima

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  2. Que bueno.

    Si señor, tienes toda la razón.

    No os ha pasado que en todos los gimnasios hay una zona de pesas "sueltas" sin máquinas, que viendo la gente que las usa, es lo mas parecido a una película de cárceles? No se, a mi me daba miedo. :-D

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  3. En Paidesport Parquesur.. muy mal rollo entre la dirección y los monitores

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  4. Todo el mundo habla pero nadie se significa... hay temor

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  5. MAL ROYO EN ESTE GIMNASIO ,
    CUANDO TE DAS DE ALTA TODO SON BUENAS PALABRAS , PARA ENTRAR TE DAN UNA TARJETA QUE TIENES QUE PAGAR ??? ( CREO QUE 18 € ) Y QUE CUANDO TE DES DE BAJA TE LOS DEVUELVEN PERO , COMO NO TE DAN FACTURA , CUANDO LLEGA EL MOMENTO SIEMPRE HAY UNA EXCUSA PARA NO DEVOLVERLO .
    LA CAPACIDAD , TOTALMENTE DESBORDADA EN SALA Y PISCINA .
    LA LIMPIEZA EN GENERAL BRILLA POR SU AUSENCIA Y DEL MANTENIMIENTO YA NI HABLAMOS .
    SALVO ALGUNA RECEPCIONISTA , EL TRATO DE PENA ,

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  6. Para darte de baja con cuanto tiempo tienes que avisar??? Sabe alguien si se ponen cansinos cuando les vas a solicitar que no te pasen mas recibos?

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  7. Con cuanto tiempo tienes que avisar para darte de baja?

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