Los juegos de Telefónica y su ADSL



Lo reconozco. Quizá hoy no tenga un buen día. O mejor dicho, seguro que hoy no es un buen día por causas que no vienen a cuento. Pero me ha venido bien. Pero que muy bien para coger fuerzas y desahogarme con todos y cada uno de los individuos que han pasado por el otro lado del auricular de mi teléfono móvil durante esta tarde del 30 de junio.
Os explico. Me gustan los documentales, y si son históricos mejor que mejor. Por eso, decidí que una buena forma de darme un caprichito era abonarme a Imagenio de Telefónica (ahora Movistar) en un Pack que incluye Canal Historia y Discovery Channel entre otros:


1. La cita-. El lunes pasado me llamaron avisándome que vendrían hoy a instalármelo a las 18.00. Ahí está el primer contratiempo, ya que es la hora en la que salgo de trabajar. Pero como querer es poder, me he tomado la licencia de entrar una hora antes a mi puesto laboral para ganarla sobre el tiempo de salida. Problema resuelto.

2. La huelga de Metro. Soy uno de los miles de madrileños que usa el suburbano para ir a trabajar. El autobús que tengo que pillar como alternativa da mucho, pero que mucho rodeo y no enciende el aire acondicionado con la fuerza que se merecen los más de 30 grados que hay en el exterior. Pero no pasa nada. Hago de tripas corazón y decido no acordarme de ningún familiar cercano ni lejano de los piquetes de los sindicatos. Pillo el bus con la mejor de mis sonrisas e incluso doy unas cálidas “buenas tardes” al conductor que, por cierto, no me devolvió. Otro problema resuelto.

3- Final de mes. Cuando estoy a punto de llegar a mi casa recuerdo que es el último día de mes y que tengo que renovar el abono transporte. Vaya, también caigo en la cuenta de que el estanco no admite la Visa para este producto, por lo que me toca pasarme por el cajero. Por fortuna, funciona, cuestión de mérito al ser un BBVA. Prueba superada.

4.- El disgusto. Por fin llego a mi casa. Al rato llegan los del Servicio Técnico de Telefónica. Al más puro estilo FBI me muestran su carné de empresa. Os juro que no se lo hubiera pedido nunca, pero ya que me lo da lo cojo y lo echo un vistazo. La única pega es que estaba arañado y con los bordes mordidos, pero no me parece motivo suficiente como para no dejarles entrar. Lo primero que me dicen, y a sangre fría, es que no me pueden instalar Imagenio porque el ancho de banda de mi barrio sólo tiene 4 megas. Por mucho que les explico que me garantizaron que tenía 10 megas cuando firmé el contrato, el instalador no está dispuesto a regatear. Se queda en 4 megas como 4 soles y sanseacabó. Me ofrece una solución que no puedo rechazar: llamar al 1004 para que me den una respuesta que me convenza. Llamo y me remiten al 900 357 000. Llamo al 900 357 000 y me remiten de nuevo al1004. Decido parar el partido de tenis. Admito con humildad que me han derrotado. No puedo más. Me despido de Imagenio. Eso sí, en un gesto torero decido que no me interesa seguir con ellos. Me doy de baja sin haberme dado de alto. Problema no resuelto.

5. Desenlace. Como me quedo sin línea y sin internet por haberme dado de baja en Orange antes de mi genial idea de los documentales, decido hacer las paces con ellos. Les llamo y les comento que me lo he pensado mejor y que voy a continuar con ellos. Pero demasiado tarde, ya no soy cliente… y me tienen que tramitar de nuevo el alta. Decido que ya me da todo igual y que estoy muy harto del 30 de junio. Si he vivido más de dos décadas sin utilizar las www no va a pasar nada por estar otra vez unos días sin ellas. Y, ahora que lo pienso, voy a darle otra oportunidad al Teletexto, tan moderno hace 20 años, tan antiguo pero tan útil otra vez hoy...


Pellegrini se merece otra oportunidad

Llegó sin hacer mucho ruido y, seguramente, se vaya sin hacerlo. Su discreción y educación no son cualidades que estén de moda en el fútbol. Cuanto más polémico, más espacio ocupas en los medios de comunicación. Cuanto más educado, menos se habla de ti.

Por eso creo que es bueno apostar por la continuidad de Pellegrini. Un técnico honesto, culto e inteligente. Una persona que ha tenido el valor de sentar en el banquillo al Siete del Real Madrid sin montar alboroto. Con naturalidad, quizá demasiada. Y evidenciando que el tiempo pasa para todos, incluso para los símbolos de un club como Raúl.

Estaría bien preguntarle cuáles son las necesidades del equipo para el próximo año. Y estaría aún mejor hacerle caso. Al principio de temporada se lamentó de la perdida de Sneijder. Ahora, el club busca con urgencia a un jugador de ese perfil que cubra las irregularidades de Guti. Es sólo un ejemplo, pero significativo. Pellegrini mide las palabras, pero las dota de un gran valor avalado por el sentido común.

No quiero ver al Real Madrid jugando como lo hice el Inter ante el Barcelona. Así no juega mi equipo. Ésa no es la filosofía de un club marcado siempre por la calidad ofensiva de sus futbolistas y no por la racanería del técnico de turno. Ser del Madrid representa mucho más que salir a por los tres puntos de cada partido. Mourinho es el técnico ideal para los Ultras Sur, pero no para el resto de la afición.

Pensión y jubilación a los 67 años


15 de agosto de 2045: hoy es un día muy especial. Después de más de 40 años trabajando, me jubilo. Mañana es mi cumpleaños. Cumplo 67 años. Un buen momento para echar la vista atrás y ver todo el camino laboral recorrido. Comencé en papel cuando Internet no era más que una palabra, y termino en Internet ahora que el papel es sólo un recuerdo. Lejos queda ya la crisis de 2008,2009, 2010 y 2011. El presidente que teníamos por entonces, Zapatero, decidió ampliar la edad de jubilación para poder pagar las pensiones. Muy curioso, recibió muchas críticas, pero nadie después lo cambió. Cuántas veces me habré acordado de esa medida. Sobre todo en los dos últimos años. Con cada madrugón. Con cada día malo en el trabajo. Con cada dolor de cabeza por el estrés. Con casi todo. Han sido 730 días con la sensación de que ya era edad para descansar. Y, sobre todo, para disfrutar.

7 de febrero de 2010: hoy estoy imaginandome en mi blog cómo será mi último día de trabajo antes de jubilarme. Lo veo aún tan lejano que me cuesta meterme en el papel. Escribo unas líneas. Se nota que hace más de un mes que no lo hago. Aunque escribir sea como montar en bicicleta (nunca se olvida) sí que es fácil perder la forma. Por lo menos, no deja agujetas. Aunque aún me quedan 35 años para lamentar y criticar la posibilidad de jubilarse a los 67, voy a intentar ver el vaso medio lleno y voy a sacar dos conclusiones positivas:
1.- Ojalá pueda estar trabajando y tener un hueco en alguna empresa hasta esa fecha.
2.- He llegado vivo hasta los 67 años, que no las tengo todas conmigo con tanto trajín…

Mucha paciencia, llega la Navidad


Siempre me habían explicado que en la Navidad se celebraba el nacimiento de Jesús. El 25 de diciembre es la fecha elegida para recordar un día que cambia la vida de muchos de nosotros, sobre todo la de los niños, que lejos de empaparse del fervor religioso con el que se adornan estas fechas, sacan a relucir por primera y última vez en el año su mejor estilo literario para escribir una carta a los Reyes, en donde deben maquillar todos sus pecadillos anuales. Todos ellos saben que la verdadera identidad de Melchor, Gaspar y Bastasar hay que buscarla en el libro de familia, pero las apariencias hay que guardarlas, no vaya a ser que caiga carbón, sobre todo ahora, en época de crisis, una excusa ideal para reducir presupuesto.

Hasta hace unos años, para mí la Navidad empezaba el día del sorteo de Lotería. El 22 de diciembre un montón de chavales uniformados repartían suerte por toda España. Además, coincidía con el principio de mis vacaciones en el colegio. Ahora estoy desconcertado porque no sé cuándo comienza. Si hago caso a los anuncios de televisión repletos de juguetes, la fecha sería noviembre. Si miro las luces navideñas, pues casi en septiembre. A lo mejor es un tema muy particular, pero tengo la sensación de que cada vez empieza antes. En vez del nacimiento de Jesús se celebra los nueve meses de embarazo de su madre. Ahora, el espíritu navideño es un tema que te lo crea y moldea El Corte Inglés. Ya nada es lo que era. Y es una pena, porque por lo menos durante unos días, había un intento por ser mejor, por echar una mano al que tienes al lado, por levantarte de tu asiento si entraba una persona mayor en el autobús o en el metro. En definitiva, por ser como tienes que ser durante todo el año.

Hoy todo queda reducido al abrazo y deseo de felices fiestas y feliz año que das a todo el que te encuentras durante estos días. El especial de Raphael no nos lo quita nadie. Miliki volverá a sacar un disco recopilatorio con las mismas canciones que contenía el del año pasado. Ramón García andará deprimido con su capa viendo como Belén Esteban nos va a retransmitir las campanadas con su nueva nariz, pómulos y ojeras de diseño. El Rey nos volverá a hacer bostezar con un discurso plagado de demagogia y alejado de las necesidades sociales de los que tenemos que madrugar todos los días para pagar nuestras facturas. Los Papá Noeles trepadores invadirán de nuevo las fachadas de nuestras terrazas. La ropa interior roja nos acompañará en la última noche del año para que la suerte no nos falle en el 2010. Recibiremos SMS repetidos y obscenos el día 1 felicitándonos el año. Nos comprometeremos a dejar de fumar, adelgazar, estudiar inglés, apuntarnos al gimnasio… Pues nada, mucha paciencia. No queda otra. Felices prefiestas navideñas!!