El efecto placebo de La Roja


España es diferente, o al menos eso parece si la comparamos con la selección que acudió a la Eurocopa llena de dudas. Nadie se acuerda de cómo estábamos hace poco más de un año. Luis Aragonés tenía un pie y medio fuera del equipo. Problemas con el entorno, con la Federación, con la no convocatoria de Raúl, con todo... Pero ahora nada de nada.El título ha tenido un efecto placebo.


Los jugadores no son mejores ni peores que la temporada pasada, pero se sienten invencibles, capaces de derrotar al que se le ponga enfrente. Su juego de toque es una tortura para sus enemigos, que no encuentran el antídoto para luchar contra la derrota que supone jugar contra la Roja .Otra consecuencia del efecto placebo es el olvido de Raúl, el gran capitán. Su 7 ha cambiado de propietario y ahora ya es definitivamente de David Villa. Nadie lo considera injusto. Incluso el propio jugador del Madrid debe de ser consciente de que sus mejores momentos ya están en los recuerdos de los aficionados. O al menos eso espero, no sería bonito ver al jugador blanco tener un epílogo gris.Y por último, casi ni se nota el relevo en el banquillo.


El bizcochón Del Bosque ha sustituido al gruñón Luis. Un cambio de caracteres que no afecta al juego de La Roja salvo por un par de detalles: las malas caras que ponen los jugadores cuando son sustituidos conscientes de que Vicente no les va a zarandear mientras les obliga a mirarlos a los ojos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario