Yo no sé qué es lo que muchos futbolistas tienen en su cabeza. Ya he perdido la esperanza de entenderles. Desconozco si lo que buscan es provocar o si sólo es una cuestión de falta de sentido común.
Sergio Ramos fue el protagonista de un capítulo que, sin duda, será tema de muchas de las tertulias deportivas de esta semana. De hecho, ya he llamado a mis amigos para quedar cuanto antes para exprimir su metedura de pata .
El defensa sevillano del Madrid ha puesto los cuernos al equipo que le paga. Y la frase no es en sentido figurado. Ramos abandonó el Santiago Bernabéu para ir a Las Ventas. Prefirió ver a Talavante antes que a sus compañeros de equipo, los jugadores con los que está luchando para ganar una Liga que serviría para maquillar una temporada decepcionante.
A su favor hay que decir que no se vistió de luces. Simplemente se limitó a sentarse en las gradas de la Plaza. ¿En qué estaría pensando? No lo sé. Pero sí que sé en lo que no estaba pensando, en el escudo que porta su camiseta y, sobre todo, en lo que significa. Me imagino las caras de asombro de los espectadores que le vieran sentarse durante la corrida. ¿Será Sergio Ramos?,¿Pero no está jugando ahora el Madrid? ¿Se ha confundido de sitio?.
Soy de los que cree que la primera vez que se falla puede ser culpa del jugador, pero las siguientes ya será responsabilidad del equipo blanco. Por favor, que algún responsable del club le explique lo que significa ser futbolista. Que le recuerde lo que se puede y no se puede hacer. Lo que se debe o no se debe hacer. Y sobre todo, que uno de los valores que representa el Madrid es la humildad y que no pasa nada porque salga y pida disculpas por estar donde no debía estar y no estar donde tenía que estar.
Que vuelva Chendo!!!!
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