Obama is the best


La esperanza tiene muchas formas de vestirse. Se puede hacer presente en el día a día de manera sorprendente. Incluso en algunas circustancias, lamentablemente pasa desapercibida.

Obama volvió a lanzar un mensaje de optimismo. Otra vez utilizó su ya celebre "yes, we can" para rescatar del baúl de los recuerdos una ilusión con la que todos hemos soñado: la destrucción de todo el armamento nuclear que hay en el planeta. A mí me gusta soñar. Soy de los que piensa que locos hay en todas partes. Perfiles sin sentido común cuyos egos son tan elevados que con tal de mantenerlos son capaces de cualquier cosa, incluso de buscar un hueco en los libros de historia gracias a una masacre.

Estaría encantado de que mis nietos me pregunten algún día cómo fue el momento en el que se puso fin a la última bomba atómica. No me importaría repetírselo una y mil veces. Mientras existan, el riesgo de que alguien presione el "botón rojo" intencionada o sin querer siempre estará presente. Quiero pensar que la palabra aún sirve para algo más que para descalificar o ridiculizar a los que no piensan como tú.

Obama es el hombre que nos ha recordado que siempre es posible un mundo mejor, pero que necesita de la colaboración de todos. Evitando riesgos ganamos en seguridad. Inyectando optimismo a la sociedad se consigue una mejor predisposición a aceptar las nuevas reglas internacionales que, ojalá, sea una de las consecuencias que incluya en su currículum la inevitable glabalización a la que estamos sometidos. Ojalá.

1 comentario:

  1. Ay, qué grande eres, Luismi. Eso es lo que necesitamos, dosis -sobredosisis, diría yo- de optimismo. Seguro que dentro de unos años nos reiremos de las andanzas actuales, espero. Te añado a mis recomendaciones. Mucha suerte! Un abrazo fuerte.

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